sábado, 8 de marzo de 2014

Algunos antidepresivos afectan a la sexualidad

El uso de antidepresivos serotonérgicos (paroxetina, sertralina, escitalopram, otros ISRS, ISRSN y clomipramina), ampliamente usados en la clínica diaria, provoca con gran frecuencia (60-80%) disfunción sexual tanto en hombres como en mujeres.

Algunos antidepresivos no serotonérgicos, sobre todo agomelatina y bupropion, apenas lo provocan, sin embargo, aun siendo unos buenos fármacos, en ocasiones no son el mejor remedio para tratar a algunas personas que sufren trastorno en su estado de ánimo.

La repercusión sobre la esfera sexualidad de los antidepresivos aparece ya a corto plazo, tan solo unos días después de iniciar el tratamiento, y consisten en retraso de orgasmo (afecta alrededor del 70% de las mujeres tratadas) y/o anorgasmia (30-40%), aunque también pueden aparecer a medio plazo, es decir a las 4 u 8 semanas del inicio con descenso del deseo sexual (60-80% de las personas tratadas) o disfunción eréctil en el hombre y problemas con la lubricación vaginal en la mujer (30%)

El problema suele estar infravalorado por los médicos y la comunicación espontánea del paciente es muy baja (solo entre el 20 y 30% de ellos lo refieren al médico de familia o al psiquiatra) por lo que es vital que el médico pregunte al respecto si el paciente no se atreve a hacerlo, antes y después del inicio de un tratamiento.

Existen cuestionarios validados, breves y prácticos, como el SALSEX, que utilizados de forma rutinaria ayudan a detectar el problema. Este cuestionario ha sido diseñado por el Dr. Ángel Luís Montejo, psiquiatra, profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de Salamanca y un experto de reconocido prestigio a nivel mundial en el campo de los antidepresivos y su repercusión sobre la actividad sexual.

Del mismo modo, existen estrategias eficaces para el abordaje de aquellos pacientes que toleran mal la disfunción sexual secundaria al uso de estos fármacos.

Las más útiles son el cambio de antidepresivo, pero, también, la reducción de dosis o la interrupción durante el fin de semana.

El uso de otros fármacos que actuarían como antídoto a medida para cada paciente, puede ser una estrategia válida. Hasta el momento contamos con medicamentos que pueden servir de ayuda si el afectado es un hombre: sildenafilo, tadalafilo y vardenafilo, para tratar la disfunción eréctil, estando muy próxima la aparición de un nuevo fármaco de la misma familia, el avanafilo.

Sin embargo, hasta el momento no existen fármacos que contrarresten los efectos negativos sobre la esfera sexual que pueden sufrir las mujeres tratadas con antidepresivos. Esperemos que aparezca pronto alguno que resulte eficaz, en el caso de que las estrategias antes expuestas fallen.

En cualquier caso, no hay una solución idéntica para todas las personas y hay que individualizar la intervención.


Este y otros temas de interés científico puedes consultarlos en:


http://sexualidadysaludmental.com/